Padre, óyeme, padre,
llegaron hoy los cómicos,
tendieron ya la carpa.
Trajeron otra vez
una carpa muy grande
llena de frío
y un pájaro hermosísimo
que engulle el tiempo.
Caminan sobre hilos,
beben estrellas.
Rifan nieve inventada
y encantamientos.
Llévame, padre, llévame,
que no volverán nunca,
se les murio la Luna,
la cabra buena
y también Chismosilla,
la comadreja.
Y al burro gris, el viejo,
el que comía naranjas,
le flaquean las patas,
le cae el pelo.
Llévame, padre, llévame,
que, como dice abuelo,
de ahora hasta jamás es un momento.
(Del poemario Entonces)