Quedó patente en una abarrotada calle Gascona, el lugar elegido por el Ayuntamiento de Oviedo para mostrar su adhesión a la candidatura. «Sabe a la tresparencia de les mañanes, al paixase que vive dientro les gaites», dicen los versos del poema 'Oro del Norte', de Aurelio González Ovies, que leyó el concejal de Cultura, Roberto Sánchez, y al que puso música la Real Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo. Entre el público, el consejero de Industria, Isaac Pola, quien alabó la sidra como «emblema de asturianía» y lo definió como «una representación de nuestra forma de ser». Además de ser un «elemento fundamental» para el sector turístico, «reúne argumentos más que sobrados para ser patrimonio inmaterial de la humanidad, refleja el carácter inclusivo y hospitalario de nuestra región», aseguró. Pero los beneficios de la sidra van más allá, como se encargó de señalar el alcalde de Oviedo, Wenceslao López: «Da una chispa que te hace parlanchín pero no faltosu, ye mui importante».
Fuente: Artículo 'Asturias le echa un culín a la UNESCO' de El Comercio. Leer completo AQUÍ
ORU DEL NORTE
Sabe a la tresparencia De les mañanes, al paixase que vive dientro les gaites.
Flui como los ríos, les catarates. Ruempe como les foles de la mar, braves.
Sidra, lluz de los montes, ecu de viesques y pumaraes. Sidra, Norte y arume; beban el néctar en tolos mapes.
Relluz, relluz y cimbla Cuando lo escancien, porque bailla los bailles qu´equí se baillen.
Porque los nuesos güelos, cuando suañaben, escabildaben l´oru ente mazanes.
Sidra, lluz de los montes, ecu de viesques y pumaraes. Sidra, norte y arume; beban el néctar en tolos mapes.
Aurelio González Ovies (Febreru, 2019)
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ORO DEL NORTE
Sabe a la transparencia
de las mañanas,
al paisaje que llevan
dentro las gaitas.
Fluye como los ríos
y las cascadas.
Rompe como las olas
de la mar brava.
Sidra,
luz de montaña,
eco de bosques
y pomaradas.
Sidra,
norte y fragancia;
beban tu néctar
todos los mapas.
Centellea y cimbra
cuando la escancian,
porque baila los bailes
que aquí se bailan.
Porque nuestros abuelos,
cuando soñaban,
escondían el oro
en las manzanas.
Sidra,
luz de montaña,
eco de bosques
y pomaradas.
Sidra,
norte y fragancia;
beban tu néctar
todos los mapas.
Aurelio González Ovies
(Febrero 2019)