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Estoy aquí y percibo
la grandeza del día

Poema XX de "Vengo del norte"

Desde Colindres (Cantabria), el recitador Antonio Torre Corro nos hace llegar en su maravillosa voz el poema 'XX' del poemario Vengo del norte (Fondo de Cultura Económica, México, 2017), accésit del Premio "Adonais" 1992.


¡MUCHAS GRACIAS, ANTONIO!



XX


Aunque bajo la tierra

mi amante cuerpo esté,

escríbeme a la tierra

Miguel Hernández


ALGÚN día se posarán los pájaros a cantar

en tus brazos,

a descubrir que somos los náufragos del tiempo,

los herederos de una canción de amor

que se escuchaba en las brumas del norte.


Esta es la última primavera que estaremos juntos,

ésta es la última parada que precede al recuerdo,

éste es el tren que sale de la vida

a cada siempre en punto,

ésta es la noche que nos queda para romper en hijos.


Te irás y yo me iré,

pero te llevaré, te llevaré conmigo,

te enterraré conmigo a la sombra de un roble

milenario

y allí tendrás pastores que cuiden tus cenizas

y verás la oquedad montañas

y te despertarán los gallos de los dioses.

Todos los lenguajes quedarán sin tu nombre

y entonces las palabras brotarán en los prados

y arrancarán tus sílabas deshojando te quieros.

Hay alguien en el viento que recoge tu semen

y lo esparce a lo lejos. Hay alguien

que prohíbe tu mortal hermosura.


Te irás como una hora de labranza

dejando surcos llenos y un retorno.

Te irás como un camino hacia las estaciones.


Has sido tantas cosas que quedarán vacíos los sonidos

y morirán los números.

Pero estarás conmigo,

te encontraré un paisaje donde tus ojos crean

que la muerte es la vida en otra parte

con el mismo manzano, la misma casa al norte,

los mismos rostros gratos y el mismo perro.


Algún día los ríos terminarán enteros en tu boca

y molerás de nuevo esa nostalgia que madura en agosto

entorno a los maíces y a las romerías.

Tendrás jóvenes llenos de salud

que adorarán el árbol y encenderán sus fuerzas

en las paganas noches de solsticio.

Tendrás enamorados

y bueyes que carreteen su ajuar a otro destino

y bosques silenciosos

y casas encaladas con sus cuadras, su estiércol

y su niño comiendo el primer bocadillo.


Te llevaré conmigo

a una lluvia que caiga sin rozar los balcones

a que se asoma el tiempo

para decir el nombre del que ha sido elegido;

a una noche estrellada

donde sobren los faros y te vean los barcos

desde la lontananza.


Esta es la última vez que te veo llorar

sobre la historia.


(A quienes quiero, ellos lo saben)



(C) Aurelio González Ovies

De su libro Vengo del Norte

Accésist del Premio Adonais de Poesía 1992.

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