El Centro Asturiano celebra la poesía
El club y más de una decena de personalidades de la región apoyan la iniciativa “Asturias, Capital Mundial de la Poesía” con un recital y rinden homenaje a su promotor, Graciano García
19·03·22 | 04:00
La poesía es una celebración de la vida, unas veces un desahogo y otras un refugio. Eso es algo que quedó en evidencia ayer, con la lectura poética organizada por el Centro Asturiano de Oviedo en apoyo a la iniciativa de convertir Asturias en Capital Mundial de la Poesía. El recital “Versos en el Naranco” reunió en el club de campo del Centro Asturiano a una amplía representación de la sociedad regional, con el presidente del Principado, Adrián Barbón, al frente. Se festejó la poesía y se rindió homenaje al promotor de la campaña, el periodista y director emérito de la Fundación Princesa de Asturias, Graciano García. A él se dirigieron, con palabras de cariño y reconocimiento, los participantes en el recital y fue él quien lo cerró, renunciando a su poema para expresarles su agradecimiento. “El mejor poema, el que resuena en mi corazón, es gracias, muchísimas gracias”, manifestó.
El presidente del Centro Asturiano, José Manuel Granda Valdés, abrió el acto, comprometiendo el apoyo de la institución a la capitalidad poética de Asturias. “El Centro Asturiano rezuma asturianía desde sus inicios en Cuba. Por tanto, nada de lo asturiano nos es ajeno. Así pues, ni podemos, ni debemos, ni queremos mantenernos al margen de un proyecto tan agradable como necesario”, dijo. Además de la lectura poética, el Centro ha llenado sus dependencias de poemas, expuestos en sus dependencias.
El comisionado de Cultura del Centro Asturiano, Carlos Fernández Llaneza, rompió el hielo con la lectura del primer poema, “Palabras para Julia” de José Agustín Goytisolo. Previamente, había reflexionado sobre la utilidad de la poesía y, en búsqueda de una respuesta a esa cuestión, citó a grandes de la poesía como Gamoneda, Borges, Lorca o Machado.
El presidente del Principado, Adrián Barbón, llegó con antelación al club del Naranco y acompañado por la directiva recorrió sus instalaciones. Antes de emprender la lectura de su poema elogió el Centro, “excepcional y lleno de alma”. Luego recitó una poesía en fala eo-naviega, “Recorda”, de Alejandro Fernández, “Jandro de Zueitano”.
El rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, dedicó su poema a Graciano García, “que es el alma de muchas empresas que, como ésta, colocan a Asturias en el mapa por una razón bellísima”. Villaverde leyó “Anuncio por palabras”, de Aurelio García Ovies, que también participó en la lectura poética y lo escuchaba sentado entre el público.
La directora de la Fundación Princesa de Asturias, Teresa Sanjurjo, cambió el poema que tenía previsto por otro más apegado a la actualidad, de Adam Zagajewski, nacido en la ciudad ucraniana de Leópolis y premio “Princesa de Asturias” de las Letras 2017.
Aurelio González Ovies recitó un “poema autobiográfico, “Usted”; la periodista María Teresa Álvarez escogió a Rosalía de Castro; Margarita Collado, vicepresidenta “Compromisos Asturias XXI”, compartió los versos de un amigo, Ángel Manuel Arias, y Esther García, presidenta de la Asociación de Escritores y Escritoras de Asturias, compartió sus propios versos.
La subdirectora general de LA NUEVA ESPAÑA, Ángeles Rivero, eligió a Ángel González, con “Canción de invierno y de verano”, una de las poesías incluidas en la antología recientemente publicada por Alba, del mismo grupo editorial que el periódico.
Ramón Rodríguez, el director del Real Instituto de Estudios Asturianos (Ridea), recitó a San Juan de la Cruz y su “Noche oscura”; Mar Prieto, presidenta de la Asociación de Libreros de Oviedo, declamó todo un clásico, “La vida es sueño”, de Calderón de la Barca; el deán de la Catedral eligió los versos de una mujer, Ernestina de Champourcín, exiliada en México en la Guerra Civil y de profunda religiosidad.
El concejal de Cultura de Oviedo, José Luis Costillas, optó por Benedetti y su “No te rindas”; Paz de Alvear, jefa de redacción de Oviedo de “El Comercio”, leyó “Veinticinco de abril”, del periodista asturiano Alberto Arce.
Fuente: La Nueva España
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